Palabras Despiertas

Mi rutina, algo que ha encajado tan rápido, la luz de todos los días y la sombra que necesito cuando el sol me ciega. Las noches escribiendo versos en tus curvas, la cura para todos los problemas. Los roces entre tus dedos y los mios, entre tu cara y mis pestañas. Lo que dura una noche de estrellas sobre la azotea de esa casa abandonada, esa a la que hicimos nuestra. Lo que dura un aguacero sobre tus pestañas. Eres lo que todo el mundo quiere desde que empiezan a aparecer los montones de hojas de todas las tonalidades hasta que el sol ya no calienta a finales de verano. Siempre digo cuanto quema cuando te alejas pero nunca como arde mi corazón cuando estás tan cerca. Es que eres ese plato mojado que resbala tan fácil y eres esas ganas de que el día no se acabe jamás. Los ojos brillantes y las muecas cuando sobran las palabras. Me declaro inocente de perderme cada vez que pronuncias mi nombre, encontrarme un rato después. Después de regalarme una sonrisa tan tuya...  Y esto ...

Después de la tormenta, llega la calma, eso dicen. Y la verdad es que no importa cuanto dure la tempestad, que  después  va a venir algo nuevo o lo de siempre, pero algo mejor.  Pregúntaselo  a un día de verano después de eso, de una tormenta.

Tiré de la camisa bruscamente, con tan mala suerte que se rompió, como días antes se había roto mi corazón, en pedazos. Con lo duro que había sido y lo frágil que me había vuelto en estos últimos meses. Yo, que nunca me había enamorado, ni siquiera esta vez. O eso creía hasta que rozamos las ruinas de Roma,  

Luces adornando todas las esquinas,    

Me gustas porque cuando tengo frío siempre están tus manos para rodear mi espalda o cuando estoy nerviosa está tu voz para tranquilizarme. Me gustas porque cuando cierro los ojos apareces en mi mente, me gustas porque mi madre me dice que estoy enamorada cuando me ve sonreír. Me gustas porque me encanta mirarte y que no te des cuenta. Me gustas porque veo mis planes de futuro contigo. Me gustas porque me quieres y se nota, porque me haces sentir bien. Me gustas porque tienes gestos que yo no consigo hacer ni después de 100 horas delante del espejo. Me gustas porque tienes las manos ásperas. Me gustas porque cuando vamos andando, poco a poco haces que se unan nuestras manos. Me gustas porque me cuidas, porque me mimas. Me gustas porque eres fuerte pero eres tan frágil como el cristal Me gustas porque posees algo que nadie más tiene. Me gustas porque eres tan impredecible como predecible . Me gustas porque te brillan los ojos cuando estás feliz. Me gustas porque cuento las horas qu...

El café tan rico que haces todas las mañanas.

A veces leer cansa un poco, así que en este post os traigo un vídeo relacionado con el cambio climático.