HASTA LA PRÓXIMA
A TI, QUE SÍ: Sueño todos los días contigo, todos. Siguen existiendo esos días en los que me despierto y no tienes la espalda apoyada en la pared como lo haces en mi cabeza. Ni siquiera estás, solo hay un hueco vacío a mi lado que está esperándote, pero tú nunca llegas. La pared sigue fría, sin nadie a la que cobijar, ella también se queja, te echa de menos. A la almohada se le fue tu olor de tanto abrazarla, lo siento, no pude guardar tu esencia en un cristal y esto era lo único que me calmaba esas noches de soledad. Todas tus pertenencias están guardadas a buen recaudo con una llave que cuelga de mi cuello, toda una vida juntos está metida en un caja poco más grande que un joyero. La diferencia es que este trozo de cartón tiene unas joyas de valor incalculable. No lo he vuelto a abrir desde que te marchaste, no quiero ponerme tu camiseta favorita y no ver esa sonrisa que me ponías para poder retratarme. Tampoco quiero ver esos vídeos en los que, en fin, eramos nosotros al 1