Palabras Despiertas

Tiré de la camisa bruscamente, con tan mala suerte que se rompió, como días antes se había roto mi corazón, en pedazos. Con lo duro que había sido y lo frágil que me había vuelto en estos últimos meses. Yo, que nunca me había enamorado, ni siquiera esta vez. O eso creía hasta que rozamos las ruinas de Roma,  

Esta noche está más estrellada que mi cabeza. Contemplo la luz que irradian las estrellas y me pregunto donde se quedó mi brillo. Lo que me gustaría abrir un cajón y volver a tener esa chispilla de vitalidad que la gente echa tanto de menos. Me pregunto si alguien en un futuro (muy lejano) podrá ir a alguna de ellas y no quemarse, espero que sí, tiene que ser algo increíble. Y en noches así te das cuenta de lo que realmente importa , de que las grandes cosas se consiguen con pequeños pasos. De que si quieres algo, no hay nadie mejor que tú para conseguirlo y que para querer necesitas paciencia, empatia y seguridad. Sí, estar segura de que quieres querer a esa persona. ¿Y dejarse querer, que? Tampoco es que sea muy fácil en ocasiones... Ocasiones en las que solo ves las cosas malas del otro y claro no te das cuenta de todas las buenas que hacen que tu vida sea menos costosa. Como me gustaría saber quien en este mundo está contemplando la misma estrella que yo, quien le está regala

Me gustaría gritar a los cuatro vientos que te quiero, pero ¿de que serviría si te tengo tan lejos? No sabes las ganas que tengo de poder perderme en tus ojos una vez más... Supongamos que te tengo aquí, a mi lado. Me faltaría tiempo para decirte todo lo que me haces sentir cuando estás a mi lado y el vacío que me dejas cuando te marchas. Pudiendo ser todo cuando estamos juntos y lo poco que somos cuando estamos lejos eh... Que es mi vida contigo y la nada sin ti, el frío que paso sin tus abrazos en pleno mes de agosto no lo sabe nadie. Explícame tú haber si consigo entender que le echas a tus besos que me tienen tan enganchada porque yo no encuentro respuesta. Suspiros desgarradores en un silencio tan dificil de explicar como la luz de tus ojos cuando estás feliz. El café con leche y tú, conmigo.

Perdona si te digo que hay días que no te escucho, no es mi intención incordiarte, pero no puedo remediar eso de perderme en tus ojos. Lo siento por si algún día te resulto borde, es lo que tiene estar lejos de alguien que te calma con la sonrisa. Discúlpame si te canso, necesito tiempo para contar todos los lunares de tu espalda. No te enfades si estoy todo el día mimosa, me encanta abrazarte y contagiarme de tu perfume. No me culpes de quererte tanto, la verdad es que no hay nada mejor que tenerte a mi lado susurrándome te quiero's hasta bien salida la madrugada. Decirte que odio las cosquillas pero que las tuyas las aguanto de sobra, son tan nuestras... Y bueno por último te voy a dar las gracias por cruzarte en mi camino una calurosa tarde de invierno  y que desde ese día consigas sacar lo mejor de mí.

Escucharle mientras late a 50, 100 o 200. Pedirle con caricias que se quede un tiempo más a tú lado. Ver como en una décima de segundo se hace pedazitos. Oler ese aroma y comprenderlo todo. Ayudarle con un abrazo y sentir sus mariposas en el estomago.