
En ocasiones es difícil definir nuestro estado de ánimo, otras veces es imposible por definición. Hoy es uno de esos días, no sé en que dirección voy pero sé que me dirijo a toda velocidad y sin frenos. Que todavía estoy apunto de arreglar el coche, parar y retroceder pero no quiero. Arreglaría muchas cosas de mi pasado pero pensándolo bien, si lo cambio, mi presente sería diferente y puede ser que no me habrían sucedido cosas de las que estoy orgullosa. Cosas como resolver mis problemas a pesar de las caídas y es que creo que eso supera al arrepentimiento. Y bueno pues en mi opinión lo mejor es intentar afrontar las cosas y pensar en lo bueno que han tenido tus acciones.