Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2015

100

Porque es verdad, aún recuerdo tus miradas, las líneas de tus manos. Recuerdo tus rebotes por llevar los ojos abiertos hasta en los momentos más intensos. Recuerdo tus cosquillas producidas por mis pestañas y nuestros enfados, esos que terminaban media hora después con una caricia. Reconozco tu voz hasta en el tono que jamás escuché. ¡Reconozco que pudieron pasar (y lo hicieron) mil manos tapando mis ojos pero que cuando eras tú el que me tocaba se notaban diferentes! Tus dedos derrapaban sin frenos por mi cintura y tu motor se paraba cuando me tenías enfrente. Éramos invierno, fríos y serios pero juntos nos convertimos en el puto verano de Sevilla, a 40°C cada vez que nos rozábamos, que me sonreías y a 60°C cada vez que no pudiste darme un beso y pusiste esa cara de niño pequeño. Porque aquello que eres ahora es un pedazo mío y que hoy estás dando saltos de alegría porque un día aprendiste a querer y supiste lo que era echarme de menos en esas noches de verano.