A TI, AL VERANO:
A ti, al verano:
Llegaste cargado de impaciencia,
de ganas y,
en realidad,
un poco a tientas.
No recuerdo que hice el 21 de junio,
supongo que sonreír mucho
y
pensar que el final
era algo irreal.
Me regalaste resacas
después de noches infinitas.
Y te llevaste con ellas
todo lo que me quedaba en la cartera.
Me has hecho aborrecer una canción
para amarla tras un suspiro
y viceversa.
En cambio,
no puedo negar
que la he cantado
hasta quedarme
sin voz.
Ha habido miles
de fuegos artificiales
en los que,
en realidad,
lo que brillaba
era la compañía.
Esa que me libraba
de todos los males.
Quizá por eso no he sentido el Sol.
Por eso
o porque la Tierra
se ha negado a regalarnoslo.
(con razón)
También me has hecho viajar,
descubrir,
fantasear
y
me has hecho vivir.
Y SÍ sé lo que hice el 22 de septiembre.
Mirar como
el último día del verano
parecía más principio
que final.
Llegaste cargado de impaciencia,
de ganas y,
en realidad,
un poco a tientas.
No recuerdo que hice el 21 de junio,
supongo que sonreír mucho
y
pensar que el final
era algo irreal.
Me regalaste resacas
después de noches infinitas.
Y te llevaste con ellas
todo lo que me quedaba en la cartera.
Me has hecho aborrecer una canción
para amarla tras un suspiro
y viceversa.
En cambio,
no puedo negar
que la he cantado
hasta quedarme
sin voz.
Ha habido miles
de fuegos artificiales
en los que,
en realidad,
lo que brillaba
era la compañía.
Esa que me libraba
de todos los males.
Quizá por eso no he sentido el Sol.
Por eso
o porque la Tierra
se ha negado a regalarnoslo.
(con razón)
También me has hecho viajar,
descubrir,
fantasear
y
me has hecho vivir.
Y SÍ sé lo que hice el 22 de septiembre.
Mirar como
el último día del verano
parecía más principio
que final.
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