CARTA A UN ÁNGEL DE LA GUARDA
Para ti, porque sí:
Canta, ríe, baila, salta, grita, besa, llora, fuma, bebe, come, sueña, duerme, abraza, viaja, lee, escucha, habla, calla, descansa, cuida, quiere y sobre todo, quierete.
Porque te mereces ser feliz, porque te mereces que te cuiden y te mimen un poquito más, porque te mereces ser tú en estado puro, a fuego, como un estallido que no cesa. Porque ese has sido tú siempre, un guerrero hasta el final, una lucha continúa, un soplo de aire frío en el momento adecuado, unas palabras con buenas intenciones que causan el efecto deseado, un diamante en bruto.
Y tú, esa piedra preciosa, nos has enseñado a ser mejores o, al menos, a intentar crecer como personas. Nos has cambiado por dentro hasta tal punto de no salir de casa sin un beso o un te quiero y a cuidarnos entre nosotros como tendríamos que haberlo hecho siempre, a demostrar todos nuestros sentimientos, total, si lo sientes, ¿para qué callarselos? No nos hemos unido más porque nunca hemos estado separados pero sin ti las cosas son más tristes, más sosas, las cosas sin un ángel de la guarda no tienen color...
Pero he decidido que a partir de ahora no pienso volver a ver las alturas como algo peligroso, sino como una forma de poder acercarme al cielo, de poder acercarme a ti.
Te queremos aquí o en la Luna, dónde sea.
Canta, ríe, baila, salta, grita, besa, llora, fuma, bebe, come, sueña, duerme, abraza, viaja, lee, escucha, habla, calla, descansa, cuida, quiere y sobre todo, quierete.
Porque te mereces ser feliz, porque te mereces que te cuiden y te mimen un poquito más, porque te mereces ser tú en estado puro, a fuego, como un estallido que no cesa. Porque ese has sido tú siempre, un guerrero hasta el final, una lucha continúa, un soplo de aire frío en el momento adecuado, unas palabras con buenas intenciones que causan el efecto deseado, un diamante en bruto.
Y tú, esa piedra preciosa, nos has enseñado a ser mejores o, al menos, a intentar crecer como personas. Nos has cambiado por dentro hasta tal punto de no salir de casa sin un beso o un te quiero y a cuidarnos entre nosotros como tendríamos que haberlo hecho siempre, a demostrar todos nuestros sentimientos, total, si lo sientes, ¿para qué callarselos? No nos hemos unido más porque nunca hemos estado separados pero sin ti las cosas son más tristes, más sosas, las cosas sin un ángel de la guarda no tienen color...
Pero he decidido que a partir de ahora no pienso volver a ver las alturas como algo peligroso, sino como una forma de poder acercarme al cielo, de poder acercarme a ti.
Te queremos aquí o en la Luna, dónde sea.
Comentarios
Publicar un comentario