Palabras Despiertas

Hoy es 25 de noviembre y te quiero ver libre. Pero quiero que el uno de enero cuando empieces el año tampoco tengas miedo . Quiero verte luchar, pelear y que no te haga falta soñar. Quiero verte feminista y que no te tachen de intento de intelectual . Quiero que nos llamen rebeldes porque vamos contracorriente. Me da igual, algún día verán la realidad. No quiero micromachismos, me sobran muchos adjetivos y algunos sustantivos. Ah, y las frases de "machitos". No quiero ser marimacho por no responder a los cánones exigidos por ser mujer. No quiero ser un camionero por decir palabrotas y expresar lo que siento. No quiero ser mayor que él y volver a casa antes porque fuera hay gente mala y puede suceder una desgracia . Pretendo ser justa y que tú lo seas conmigo. Pretendo abrirte los ojos cuando tú estés ciego . Pero a ella también, pretendo empezar nosotras la revolución. El principio del cambio está más cerca de lo que crees, ...

Desnúdame la piel, juega con mis dedos. Llévame a un hotel donde no vuelen los miedos. Escribeme álgún verso sobre el hueco de mi espalda y hazme, del universo, la chica más temeraria. No juegues con mis manos cuando pienses que estoy dormida. Porque aún no sabes cuánto me gustan las cosquillas. Riete de mi forma de reir. Sí, lo sé, suena redundante pero soy más que piel, soy quien siempre te ve brillante. Bésame los lunares, abrázame las dudas y calma mis mares. Por la noche los lobos aúllan                              (a la luna). No me dejes en ruinas ni tampoco en febrero. Ya lo sabes, soy de esas rutinas que nunca terminan sin veneno. Acaríciame las horas cuando no tengamos tiempo. No hagas como que me ignoras si solo quieres ver mi reflejo. Sujétame como si mi cuerpo fuera del más frágil cristal. Después mira si vuelvo, igual no quiero salir nunca     ...

A TI, QUE SÍ: Sueño todos los días contigo, todos. Siguen existiendo esos días en los que me despierto y no tienes la espalda apoyada en la pared como lo haces en mi cabeza. Ni siquiera estás, solo hay un hueco vacío a mi lado que está esperándote, pero tú nunca llegas. La pared sigue fría, sin nadie a la que cobijar, ella también se queja, te echa de menos. A la almohada se le fue tu olor de tanto abrazarla, lo siento, no pude guardar tu esencia en un cristal y esto era lo único que me calmaba esas noches de soledad. Todas tus pertenencias están guardadas a buen recaudo con una llave que cuelga de mi cuello, toda una vida juntos está metida en un caja poco más grande que un joyero. La diferencia es que este trozo de cartón tiene unas joyas de valor incalculable. No lo he vuelto a abrir desde que te marchaste, no quiero ponerme tu camiseta favorita y no ver esa sonrisa que me ponías para poder retratarme. Tampoco quiero ver esos vídeos en los que, en fin, eramos nosotros al 1...

Hoy he abierto el armario para vestirme  ¿sabéis lo que me he encontrado? 5, 6, 8, 10 chaquetas en total sin usar  ¿sabéis por qué?  Porque a día 23 de octubre,  el frío NO ha llegado. No, no ha llegado.  Tampoco ha llegado la lluvia, ni se ha ido el Sol. No han llegado los días grises, no ha bajado la temperatura. No han vendido abrigos ni hemos guardado los vestidos. Los fines de semana todavía no son de manta, sino de playa. Porque es octubre, el décimo mes de año y no es otoño. Porque en julio se desprendió un iceberg de la Antártica, pero ¿qué más da? si solo es 10 veces Madrid. Y ahora yo me pongo a pensar y solo llego a un lugar, ¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO? ¿En qué pensamos cuando vemos morir al mundo? Hasta los más egoístas deberían estar asustados, estamos matando nuestro suelo, nuestro punto de apoyo. Llegará el día en el que nos pelearemos por respirar. Llegará el día en el que no pelearemos, el día en el ...

Dicen que la vida no da segundas oportunidades, que es ahora o nunca. Dicen, también, que los minutos vuelan y que el tiempo se va. Dicen, incluso, que la confianza se gana con el tiempo como si todos fuésemos iguales. Pero la realidad es que dicen tantas y tantas cosas que, al final, no dicen NADA. Sí, siempre "dicen, dicen y dicen" y te aconsejan y te hablan, pero nadie escucha. Nadie sabe tu pasado, ni qué pasó para tomar esa decisión y no otra. Porque hay momentos, milésimas de segundos que pueden pasar inadvertidos para los ojos del que escucha pero se queda grabado a fuego en la memoria del que lo presencia. Toda mi vida he creído que esta se puede explicar como una película. Tú vives cada instante de tu vida pero, a la hora de la verdad, haces un resumen de lo más destacable. Informas sobre el vestido que llevaste a tu boda y no del resto que no elegiste por x razón; del día que cumpliste los 18 pero no del anterior; de cuándo conseguiste lograr tu meta p...

A ti, al verano: Llegaste cargado de impaciencia, de ganas y, en realidad, un poco a tientas. No recuerdo que hice el 21 de junio, supongo que sonreír mucho y pensar que el final era algo irreal. Me regalaste resacas después de noches infinitas. Y te llevaste con ellas todo lo que me quedaba en la cartera. Me has hecho aborrecer una canción para amarla tras un suspiro y viceversa. En cambio, no puedo negar que la he cantado hasta quedarme sin voz. Ha habido miles de fuegos artificiales en los que, en realidad, lo que brillaba era la compañía. Esa que me libraba de todos los males. Quizá por eso no he sentido el Sol. Por eso o porque la Tierra se ha negado a regalarnoslo. (con razón) También me has hecho viajar, descubrir, fantasear y me has hecho vivir. Y SÍ sé lo que hice el 22 de septiembre. Mirar como el último día del verano parecía más principio que final.

Según la Real Academia de la Lengua Española, el término resaca, entre otros significados, dice así: "Malestar que padece al despertar quien ha bebido alcohol en exceso" o "situación o estado que sigue a un acontecimiento importante." Por eso, tras largas noches de insomnio, lo tengo claro. Tengo resaca de ti, de mi, de nosotros. Como cuando nos despertábamos el día siguiente, después de unas copas de más, de no hacer caso a la gente, de irnos por la puerta de atrás. Tengo resaca y no sé dónde estás. Tengo resaca y lo peor es que tú nunca lo sabrás. Te juro que lo siento pero no lo entiendo, tú eras mi ojito derecho y yo una más en tu cuento. Fuiste como esos amaneceres infinitos, como esos fuegos artificiales sin sonido. Fuimos lo mismo que un juego de niños, para la niña lo mejor del camino y para el adulto tan solo algo que le saca de quicio.