365 DÍAS
Creo que cada año tiene su historia, su esencia, sus buenas y sus malas realidades. Porque cada viaje, libro, caricia, seña, paso que damos y paso que no tiene un halo diferente... porque cada vivencia es única e irrepetible y, a veces, eso es lo importante.
Nunca más volver a sentir esa sensación de dolor o tristeza.
Si nos parásemos un segundo a pensar, cada año tiene 365 días de los cuales la mitad nos dedicamos a quejarnos de lo que no tenemos, del día que es o de que nos queda mucho tiempo para las ansiadas vacaciones. En cambio, cuando el mes de diciembre comienza, empezamos a hacer una lista de nuestros propósitos para disfrutar y ser mejores personas el próximo año cuando lo ÚNICO que deberíamos hacer es aprender a aprovechar nuestro día a día.
Malgastamos la vida pensando en lo que habría pasado si... en buscar excusas para nuestros días malos y en luchar en contra de los días grises. Días que podemos disfrutar como cualquier otro, otros que pueden arreglarse si nos lo proponemos.
Siempre y digo siempre va a haber cosas que no se puedan arreglar... pero también quedará siempre lo bueno grabado a fuego en nuestras memorias.
Durante este año he aprendido que hay cosas que pasan y ya está, que todos los días hay algo bueno y es lo que tenemos que aprovechar, que no sirve de nada prepararnos para el siguiente día y dejar de disfrutar de cada segundo porque nunca sabes si esta historia se va a repetir.
Dejemos de hacer propósitos de año nuevo y cambiemos día a día lo que no nos gusta. Dejemos de desear nuevos proyectos y, simplemente, empezar a construirlos.
Dejémonos de soñar y empecemos a vivir.
Porque, sea el día que sea, nunca es tarde para empezar.
Nunca más volver a sentir esa sensación de dolor o tristeza.
Si nos parásemos un segundo a pensar, cada año tiene 365 días de los cuales la mitad nos dedicamos a quejarnos de lo que no tenemos, del día que es o de que nos queda mucho tiempo para las ansiadas vacaciones. En cambio, cuando el mes de diciembre comienza, empezamos a hacer una lista de nuestros propósitos para disfrutar y ser mejores personas el próximo año cuando lo ÚNICO que deberíamos hacer es aprender a aprovechar nuestro día a día.
Malgastamos la vida pensando en lo que habría pasado si... en buscar excusas para nuestros días malos y en luchar en contra de los días grises. Días que podemos disfrutar como cualquier otro, otros que pueden arreglarse si nos lo proponemos.
Siempre y digo siempre va a haber cosas que no se puedan arreglar... pero también quedará siempre lo bueno grabado a fuego en nuestras memorias.
Durante este año he aprendido que hay cosas que pasan y ya está, que todos los días hay algo bueno y es lo que tenemos que aprovechar, que no sirve de nada prepararnos para el siguiente día y dejar de disfrutar de cada segundo porque nunca sabes si esta historia se va a repetir.
Dejemos de hacer propósitos de año nuevo y cambiemos día a día lo que no nos gusta. Dejemos de desear nuevos proyectos y, simplemente, empezar a construirlos.
Dejémonos de soñar y empecemos a vivir.
Porque, sea el día que sea, nunca es tarde para empezar.
Comentarios
Publicar un comentario