POLVO GRIS
Cuatro paredes, cuatro esquinas donde ya nada me defiende de esta soledad. Techos altos, majestuosos y aquí me encuentro yo sintiéndome tan pequeña...
Los únicos recuerdos que aun guardo son esas fotos nuestras enfrente de mi cama donde se puede leer restos de felicidad.
Las luces están fundidas, llevan meses encendidas, la oscuridad me hace recodar las noches en las que nos unía algo más que la amistad.
Hay polvo, esto está demasiado gris, abro la ventana y te encuentro con tu camisa de seda sentado en el banco, en nuestro banco.
Apago el cielo, oscurecen las luces y poco a poco... Poco a poco te encuentro enredado a mi cuello.
Todo me recuerda al vacío que me dejaste, a la vida que me regalaste y a lo mucho que añoro vivir agarrada a tu cintura, ¡que locura!
Dejemos recuerdos a parte, pero dime, ¿qué va a ser de mi futuro? Comienzo a estar asustada, yo sola por el mundo...
No te pido que vuelvas para quedarte, pero si para recordarme historias entre un par de cervezas y una lluvia de estrellas.
Estábamos hecho de cemento, de cuentos o bueno, quizá de hielo.
Comentarios
Publicar un comentario