♥♥♥.
Me despierto todos los días y no tienes la espalda apoyada en la pared como lo hacías en mis sueños. Ni siquiera estás, solo hay un hueco vacío a mi lado que está esperándote y nunca llegas. La pared sigue fría, sin nadie a la que cobijar, ella también se queja, te echa de menos. A la almohada se le fue tu olor de tanto abrazarla, lo siento, pero te olía y darla un achuchón era lo único que me calmaba esas noches de soledad.
Todas tus pertenencias están guardadas a buen recaudo con una llave que cuelga de mi cuello, toda una vida juntos está metida en un caja poco mas grande que un joyero. La diferencia es que este trozo de cartón tiene unas joyas de valor incalculable. No lo he vuelto a abrir desde que te marchaste, no quiero ponerme tu camiseta favorita y no ver esa sonrisa que me ponías para poder sacarme una foto. Tampoco quiero ver esos vídeos en los que andaba mimosa detrás de tu culo. Pero ya no voy a llorar, he cambiado, me han ayudado y finalmente lo he conseguido. Ahora soy fuerte, nada me puede derrumbar, bueno nada... he de decir que sigues siendo mi perdición y aunque nadie lo sabe, sigo pasándome alguna noche en vela recordándote.
El otro día te llamé, me respondió tu nueva vida, tenía una voz dulce, más que la mía, era simpática. Me la imaginé morena tanto de piel como de cabello y con los ojos verdes, esos que siempre te gustaron. Al momento colgué y la deje a mitad de la conversación, pero la verdad es que no podía soportarlo más.
No te voy a decir que espero que seas muy feliz, porque es la mayor mentira que puedo escribir. No lo deseo, espero que te enamores y luego que ella te de la espalda como tú hiciste conmigo. Quiero que sepas lo que estoy pasando y no espero que luego vuelvas. Quizá te estoy esperando todavía pero pudiendo tener tu agenda llena de teléfonos, dudo que te vuelvas a fijar en mi.
Y por último, ¿te acuerdas cuando nos pasábamos horas decidiendo quien quería más a quien? Pues yo ya lo sé.
Todas tus pertenencias están guardadas a buen recaudo con una llave que cuelga de mi cuello, toda una vida juntos está metida en un caja poco mas grande que un joyero. La diferencia es que este trozo de cartón tiene unas joyas de valor incalculable. No lo he vuelto a abrir desde que te marchaste, no quiero ponerme tu camiseta favorita y no ver esa sonrisa que me ponías para poder sacarme una foto. Tampoco quiero ver esos vídeos en los que andaba mimosa detrás de tu culo. Pero ya no voy a llorar, he cambiado, me han ayudado y finalmente lo he conseguido. Ahora soy fuerte, nada me puede derrumbar, bueno nada... he de decir que sigues siendo mi perdición y aunque nadie lo sabe, sigo pasándome alguna noche en vela recordándote.
El otro día te llamé, me respondió tu nueva vida, tenía una voz dulce, más que la mía, era simpática. Me la imaginé morena tanto de piel como de cabello y con los ojos verdes, esos que siempre te gustaron. Al momento colgué y la deje a mitad de la conversación, pero la verdad es que no podía soportarlo más.
No te voy a decir que espero que seas muy feliz, porque es la mayor mentira que puedo escribir. No lo deseo, espero que te enamores y luego que ella te de la espalda como tú hiciste conmigo. Quiero que sepas lo que estoy pasando y no espero que luego vuelvas. Quizá te estoy esperando todavía pero pudiendo tener tu agenda llena de teléfonos, dudo que te vuelvas a fijar en mi.
Y por último, ¿te acuerdas cuando nos pasábamos horas decidiendo quien quería más a quien? Pues yo ya lo sé.
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